jueves, 29 de septiembre de 2011

La inteligencia artificial reducirá un 300% los accidentes

La inteligencia artificial reducirá un 300% los accidentes





El presidente de la Asociación Valenciana de Ingenieros Consultores (AVINCO), José Manuel López Lita, ha asegurado hoy que la aplicación progresiva de la inteligencia artificial al transporte público y la explotación de carreteras reducirá un 300 por ciento de la siniestralidad en España.

El dirigente ha realizado estas declaraciones en el marco del VII Congreso Español sobre Sistemas Inteligentes de Transporte, que se clausura hoy en Valencia.

López Lita señala en un comunicado que la tecnología de la inteligencia artificial representa "una realidad que está demostrando su alta rentabilidad social y multiplicidad de usos".

Así, ha augurado que la puesta en marcha de los citados sistemas "situarán a España entre los países más avanzados del mundo".

"Invertir recursos en potenciar los sistemas de seguridad de nuestro transporte público y de la construcción de carreteras y obras públicas siempre resulta beneficioso", ha explicado.

Por otra parte, ha comentado que la celebración del VII Congreso Español de Sistemas Inteligentes "convierte a Valencia en el "epicentro internacional de la I+D+i".

López Lita ha destacado el "compromiso" de la Conselleria de Infraestructuras y Transporte, ya que -según ha dicho- "el organismo se ha adelantado al futuro con la celebración de las jornadas la Comunitat Valenciana".

La Asociación Valenciana de Ingenieros Consultores agrupa a una treintena de las principales empresas de las áreas de ingeniería civil, industrial, arquitectura y medio ambiente de la Comunitat, alcanzando una representación del 70 por ciento en las tres provincias.

Está integrada exclusivamente por consultoras valencianas, por lo que es ajena a las injerencias de grupos financieros y sólo rinde cuentas ante sus socios.

Los miembros de AVINCO están especializados en la elaboración de informes y trabajos de alto valor añadido en las áreas de ingeniería civil (carreteras, tráfico, transportes, ciclo hidráulico, obras marítimas,), ingeniería industrial (mecánica y electricidad), ingeniería agronómica, arquitectura, urbanismo, medio ambiente, telecomunicaciones y energía, así como estudios territoriales y socioeconómicos.


Referencia:

http://inteligenciaartificial2010.comuf.com/Noticias/noticiaid3.html

La inteligencia artificial toma forma humana

¿Es o no es una persona real? La duda persiste aunque nos acerquemos a la pantalla y analicemos cada uno de sus movimientos al milímetro. Un Vi-clone es tan parecido a una persona, que resulta difícil creer que en realidad no es más que un conjunto de píxeles en movimiento en una pantalla.


El director de Vi-clone Corp., Rudy Bianco, asegura que “analizando las preguntas que le hacían a una vi-clone que se ha instalado en la página web de una clínica de cirugía estética, vimos que la gente le hacía preguntas del tipo ¿qué haces hoy cuando salgas del trabajo?". Obviamente la Vi-clone declinaba el ofrecimiento, pero la anécdota es ilustrativa.


Los vi-clones son la nueva apuesta de la realidad virtual, y están al servicio de las empresas que los quieran usar como embajadores de su marca de cara al cliente. No se enfadan, no se inquietan, siempre dan un buen servicio y su aspecto siempre está listo para revista. Además, trabajan las 24h de los 365 días del año, y sin cansarse. Desde el punto de vista de los costes, por tanto, parece que la inversión en un vi-clone debería resultar rentable, pero todo depende del gasto que una empresa quiera emplear en atención al cliente.


La cuarta generación


Según explica Rudy Bianco, “Vi-clone es la cuarta generación de una tecnología que se empezó a estudiar en 1999 a partir de una experiencia de interactividad pensada para el Círculo de Lectores, y que obtuvo un éxito rotundo desde los primeros días de su aplicación”. Por tanto, estos “Virtual Clones” surgen de varios años de investigación de los mercados y de estudiar las posibilidades de la interacción con los clientes.


La tecnología actual de los Vi-clones está basada en algoritmos de inteligencia artificial que consiguen simular el entendimiento humano, de manera que “parece que piensan por sí mismos”, explica Bianco.


De momento ya existen varias empresas que se han decidido a instalar un Vi-Clone, como la clínica especializada en cirugía estética y plástica Instituto de Benito o la alimentaria Sunny Delight. La eficacia de los Vi-Clones también se ha puesto a prueba en eventos tan multitudinarios como el Barcelona Meeting Point o la feria tecnológica SIMO de Madrid, donde se instalaron diferentes Vi-Clone Point –terminales con un Vi-Clone integrado- que hicieron la función de punto de información del salón y ahorraron a los visitantes tener que usar mapas del recinto.

Referencia:

http://www.noticias.com/tecnologias-apuesta-actual-cliente-analicemos-pantalla-acerquemos.1966

martes, 27 de septiembre de 2011

UNAM crea robot capaz de entablar una conversación

Ciudad de México • En el cuento Sueños de robot, de Isaac Asimov, un androide de nombre Elvex confiesa haber tenido una experiencia onírica; ante este hecho inusual, dos robopsicólogas intentan pensar como lo haría el autómata para entender las razones de ese fenómeno.

“Aunque se trate de personajes de ficción, esta manera de abordar un problema no es muy diferente a la que emplearíamos quienes nos dedicamos a la inteligencia artificial”, comentó Iván Vladimir Meza Ruiz, del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS), de la UNAM.

Tanto a él como a sus compañeros, la estrategia de meterse en el “cerebro” de un robot les ha funcionado a la hora de ensamblar a Golem II+, un androide diseñado para realizar las actividades domésticas más diversas, como hallar un objeto en la cocina, desplazarse del comedor a una recámara o incluso reconocer el rostro de los diversos integrantes de una familia para así entablar charlas específicas, según sus edades, gustos e intereses.

“Quizás en el IIMAS no nos preguntamos qué pasa por la ‘mente’ de un robot si está inactivo, como en el relato asimoviano, ni si sueña. Lo que queremos saber es qué acontece ahí dentro si está ‘despierto’ y trabaja”, añadió Meza Ruiz.

De hecho, expuso el ingeniero, si llegamos a un callejón sin salida, perdemos rumbo o nos estancamos, siempre hay una pregunta que sirve para ponernos de nuevo en marcha: “¿y cómo piensa una máquina?”. Intentar ponernos en los zapatos de aquello que intentamos crear nos ha llevado a desarrollar una forma de trabajar que hemos bautizado como Arquitectura Cognitiva Orientada la Interacción (ACOI).

“¿Necesitamos que Golem camine?, este esquema nos permite desarrollar un sistema de navegación para que se desplace; ¿deseamos qué escuche?, podemos instalarle un micrófono; ¿queremos que vea?, ya le adaptamos una cámara de Kinect a manera de ojos. La ACOI hace factible ampliar las capacidades según se nos ocurra, y nos permite hacerlo de manera escalonada, sin empezar de cero, sino siempre en adiciones”.

En proceso de aprendizaje continuo

Pocas palabras tienen un acta de nacimiento tan precisa como “robot”. Fue pronunciada en público por vez primera un 25 de enero de 1921, en el escenario del Teatro de Nacional Praga, durante la representación de la obra R.U.R., de Karel Čapek. Esta voz, entonces de nuevo cuño, significa, literalmente “sirviente” y fue creada por el literato checo como alternativa al sustantivo autómata.

Desde un principio, el vocablo sugería que este tipo de máquinas debían estar a las órdenes del hombre. “Por ello, cada vez son más los interesados en crear los llamados ‘robot de servicio’, es decir, aparatos que ayuden con las faenas del hogar”, expuso Luis Alberto Pineda Cortés, mejor conocido entre sus colaboradores como “el padre de Golem”, pues desde 1998 trabaja en este proyecto.

Quienes han querido llevar a autómatas a lo más íntimo de una casa han tenido algunos logros; por ejemplo, hay un robot que dobla sábanas, aunque demora 20 minutos en cada una. Adquirir uno de estos modelos aún resulta muy caro y poco práctico si se busca dar salida a las faenas cotidianas, pero que ya tengan movimientos tan finos como para plegar y acomodar cobijas y edredones, ha favorecido la aparición de grupos de entusiastas dispuestos a crear “al mayordomo perfecto”.

“Saber que se pueden hacer ese tipo de cosas nos llevó a perfeccionar a Golem, que al principio era un pequeño cubo muy parecido a una aspiradora y mostraba carteles; después fue una máquina empotrada en una pared que jugaba a adivinar cartas, y ahora es un aparato que camina erguido al cual, si le enseñas, es capaz de localizar el control remoto que dejaste tirado o traerte las pantuflas”.

Pineda es enfático al afirmar: “Todo esto es posible porque Golem aprende, a eso hemos dedicado gran parte de nuestros esfuerzos en inteligencia artificial, y por esta razón, cada vez es capaz de hacer más y más cosas”; por ello, al enterarse que en 2012 el certamen RoboCup tendría lugar en México, decidieron inscribirse en la edición 2011 del concurso, que recientemente se desarrolló en Turquía.

“Nos inscribimos en la categoría Robots de Servicio, porque también hay una para máquinas que juegan futbol. Para nuestra aventura de Estambul llevamos a un Golem que, por primera vez, parece humano; de hecho, fue creado a imagen de los atlantes de Tula. Este aparato, que mide 1.50 metros y pesa 32 kilos, tuvo que sortear seis pruebas, lo que le implicó desarrollar habilidades diferentes y, encima, aprender inglés. Además de todo, tras unas clases, Golem es bilingüe”, explicó Iván Meza.

La experiencia turca

En las crónicas del siglo XIX, los viajeros solían describir a Turquía como una Babel a la que, en algún momento, todo extranjero llegaba, quizá por estar al mismo tiempo dos continentes, Europa y Asia, o quizá por tener costa en tres mares, el Negro, el Egeo y el Mediterráneo.

Hoy, quienes llegan a Estambul describen escenarios no muy diferentes a los de aquellos marinos, pues aún hablan de un lugar donde las lenguas se mezclan, las religiones conviven y las nacionalidades se confunden, como constató el equipo de la UNAM que voló a aquella ciudad para asistir a la RoboCup, donde, dijeron, argentinos, estadounidenses, indios, japoneses e iraníes intentaron de todo para llevarse consigo el trofeo del certamen.

“Quizá eso fue lo más interesante, no sólo ver lo que hacía Golem, sino cómo observar se desempeñaban las demás máquinas, enterarse de propuestas traídas de todo el orbe”, señaló Iván Meza, quien se dijo particularmente sorprendido por la versatilidad del robot alemán de nombre Cosero, de la Universidad de Bonn, que obtuvo el primer premio.

Probablemente eso hizo que Golem quedara en el lugar 15 de entre 19 participantes, señaló el universitario, pues mientras el prototipo mexicano era capaz de localizar y traer una caja de cereal, el germano podía preparar un desayuno completo, cocinar un omelette y servir un vaso de jugo de naranja, todo con una precisión sorprendente.

“La distancia entre uno y otro era notable, pero esto, más que desalentarnos, nos da nuevas ideas. Quizá ahora busquemos darle una forma un poco más humana y apostar a una de las fortalezas de Golem: que aprende, pero también nosotros lo hacemos… Ahora sabemos qué hacer para la siguiente edición de la RoboCup. Al menos ahora tenemos un par de cosas que queremos poner en práctica”.

Ideas que surgen de la ciencia ficción

En los libros de Asimov, los robots sueñan como humanos, en la realidad, hay humanos que sueñan con robots, como el investigador Luis Alberto Pineda Cortés, quien no sólo fantasea con las mejoras que se le pueden hacer a Golem, sino que recuerda vivamente la impresión de haber visto en su niñez la película 2001, Odisea del espacio, de Stanley Kubrick.

“Me impactaba ver que una computadora, de nombre HAL, pudiera pensar, charlar e incluso ayudar al hombre en tareas tan complicadas como manejar una nave espacial. Eso me hacía imaginar el futuro, y ahora que estoy en él, me resulta curioso que una parte muy importante de mi vida consista justamente en eso, en construir robots que hablen e interactúen con los humanos”.

Para Pineda no hay duda, “la ciencia ficción nos da ideas. De hecho, ha influido en la forma de diseñar nuestros aparatos”, dijo el investigador, aseveración que sus colaboradores parecen corroborar al decir que, de hecho, el segundo prototipo de Golem, uno que juega cartas y que puede ser visitado en Universum, es prácticamente idéntico a HAL, el robot de 2001, Odisea del espacio. “¿Qué podemos decir? Creo que a Luis sí le gusta mucho esa película”.

Al respecto, el doctor Carlos Arámburo de la Hoz, coordinador de la Investigación Científica de la UNAM y también adepto lector de ciencia ficción, señaló que “la capacidad humana de imaginar escenarios que no son tangibles, ha servido como motor para empujar a la humanidad a transformar sus sueños en realidades”, y como ejemplo abundó sobre las telecomunicaciones.

“En los años 40 ó 50, pensar en que habría algo parecido a los celulares sonaba a imaginación arrebatada, y decir en el siglo XIX que en el futuro habría algo parecido a los rayos X, que permitirían observar el interior de una persona, era descabellado”.

“Con frecuencia la vida imita al arte”, decía Oscar Wilde cada vez que la literatura presagiaba lo que poco después acontecería, y al ver a Golem en acción, Arámburo confesó haberse sentido justo así.

“Hace no mucho vi una película de ficción donde se mostraban cosas muy parecidas a las que se realizan en el IIMAS, autómatas dedicados a servir al hombre. Observar en pantalla lo que después tendremos en la cotidianidad no debería asombrarnos tanto, pues desde siempre la creatividad e imaginación humana han sido impulsoras de muchas cosas, ellas nos plantean retos que parecen escenarios fantásticos, nuestro trabajo es hacerlos reales”.

Con personalidad múltiple

En el libro Yo, Robot, de Asimov, se sugiere por primera vez que habrá robopsicólogos, es decir, científicos dedicados a entender los pensamientos de una máquina.

En la novela, ellos son capaces de detectar en los androides trastornos como paranoias o mitomanías; en la realidad, los especialistas del IIMAS trabajan tan de cerca con robots que pueden hacer diagnósticos que más parecen provenir del diván que de observar una computadora, como el que hace Iván Meza al asegurar: “Golem es un robot con personalidad múltiple”.

“¿Cómo me di cuenta? Sólo hay que escuchar cómo habla y se comporta, según la tarea. Si busca un objeto, es de cierta forma y si recorre un cuarto es totalmente distinto, aunque claro, no hay que espantarse de eso, es más bien que somos muchos quienes lo programamos y cada quien deja sus huellas en él. En realidad, se porta un poco como cada uno de nosotros”, explicó el ingeniero.

Quienes han visto a Golem en acción coinciden en que a veces es un poco voluble; al principio puede ser sarcástico y saludarte con un mordaz “hola, humano”; quizá un poco impositivo a la hora de dar órdenes, “no te muevas para que pueda reconocerte”; bromista si te pierde la vista, pues grita, “¿dónde estás?, ¡tengo miedo!”, y solemne a la hora de presentarse y despedirse.

“Eso es normal si consideramos que todos en el grupo aportamos un poquito para Golem, y en realidad somos muy distintos uno del otro, aunque eso sí, todos tenemos un interés común, hacer que este robot piense, y no sólo eso, todos queremos entender cómo piensa un robot”.

¿Y cómo piensa un robot?

A veces se necesita echar a volar la fantasía no sólo para escribir ficción, sino para resolver problemas muy concretos; por ello Iván Meza dice que de vez en vez dedica algo de tiempo para visualizar cómo piensa un robot.
“Imagina que eres una máquina en medio de un cuarto que de repente abre los ojos; sabes que debes hacer algo, y tienes que ver cómo. Así se comporta Golem, y ponerme en ese escenario me hace entenderlo mejor, y estar cierto de una cosa, que él es un robot con muchas expectativas”.

A decir de de Iván, este paso, tan indispensable a la hora de desarrollar pensamiento artificial, el ponerse en los zapatos de un autómata, permite entender mucho de cómo pensamos, “pues a fin de cuentas, la computación es la gran metáfora del pensamiento humano”.

Se trata de un ejercicio revelador, pues es casi desglosar cómo hacemos determinadas tareas. “¿Te has puesto a reflexionar sobre todo lo que pasa por tu cabeza si buscas un artículo específico en la cocina, como una caja de cereal?… Nosotros sí, a diario, y hemos constatado que actividades que nos parecen simples, en realidad no lo son. Gracias a Golem hemos detectado qué hay cosas tan complicadas como saber si una puerta está abierta o cerrada. Nosotros lo hacemos automáticamente y damos por hecho que se trata de la cosa más sencilla del mundo, pero por más que intentamos, aún tenemos problemas para que el robot entienda lo sutil de esa diferencia”.

Sin embargo, Iván es tajante al señalar que no todo proceso humano es traducible a pensamiento artificial. “Hay muchas cosas que no se pueden hacer, pero es sumamente interesante explorar las que sí, e incluso indagar en cuáles nuestra mente es similar en sus procesos a los de un robot. Si me preguntaras en qué se parece nuestra manera de pensar, como equipo de trabajo, a la de Golem, te diría que nosotros, al igual que él, queremos hacer mucho, nosotros también, cada vez que abrimos los ojos, tenemos muchas expectativas”.

Referencia:

http://hidalgo.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/0846aeffd830bf0c1c43d8386f6078ed?quicktabs_1=2

Inteligencia Artificial En Mexico

Usos y aplicaciones de la inteligencia artificial

Básicamente, la inteligencia artificial es aquella que trata de explicar el funcionamiento mental basándose en el desarrollo de algoritmos para controlar diferentes cosas. La inteligencia artificial combina varios campos, como la robótica, los sistemas expertos y otros, los cuales tienen un mismo objetivo, que es tratar de crear máquinas que puedan pensar por sí solas, lo que origina que hasta la fecha existan varios estudios y aplicaciones, dentro de las que se encuentran las redes neuronales, el control de procesos o los algoritmos genéticos.

La idea de construir una máquina que pueda pensar es que realice cosas que nosotros realizamos y hacemos. Pero para que las computadoras se ganen el nombre de inteligentes, primero tienen que ser capaces de mantener, por ejemplo, un diálogo con un ser humano, ya que las computadoras únicamente pueden realizar o hacer lo que se les indique, pero nunca sabrán lo que están realizando pues no están conscientes de lo que hacen.

Historia de la inteligencia artificial

Se cree que los comienzos de la inteligencia artificial (IA en lo sucesivo) ocurrieron al definirse la neurona, en 1943, como un dispositivo binario con varias entradas y salidas. En el año de 1956 se volvió a tocar este tema y se establecieron las bases de la IA como un campo independiente dentro de la informática.

En los años sesenta, la AI no tuvo mucho éxito, pues requería mucho capital y la mayoría de las tecnologías eran propias de los grandes centros de investigación. No fue sino hasta las décadas siguientes que se lograron algunos avances significativos en una de sus ramas, la llamada Sistemas expertos.

Se dice que la AI es un campo que por sus investigaciones trata de ser independiente de la informática, y se define como la técnica d e software que los programas utilizan para dar solución a algún t ipo de problema, pero tratando de asemejar el compor tamiento inteligente que se observa en la naturaleza; es decir, trata de resolver problemas y tomar decisiones similares a las que toman los seres humanos al afrontar la vida diaria, realizando programas de computadora que aumenten la capacidad o “inteligencia“ de las mismas; el objetivo de las investigaciones de la IA es, aumentar la utilidad de las máquinas y sus procesos.

Así pues, una de las pretensiones de la IA es construir réplicas de la compleja red neuronal del cerebro humano e intentar imitar el comportamiento del cerebro humano con una computadora.

Características de la IA

Una de sus características es que incluye varios campos de desarrollo, como la robótica, la comprensión y traducción de lenguajes, el reconocimiento y aprendizaje de palabras de máquinas o los variados sistemas computacionales expertos, que son los encargados de reproducir el comportamiento humano en una sección del conocimiento.

Tales tareas reducen costos y riesgos en la manipulación humana en áreas peligrosas, mejoran el desempeño del personal inexperto y el control de calidad en el área comercial.

Redes neuronales dentro de la AI

Las redes neuronales son programas de la AI capaces de simular algunas de las funciones de aprendizaje del ser humano. Una red neuronal obtiene experiencia analizando automática y sistemáticamente los datos para determinar reglas de comportamiento; con base en ellas, puede realizar predicciones sobre nuevos casos.

Estas técnicas se aplican a problemas de clasificación y series de tiempo e identifican conexiones con cosas que otras técnicas no pueden, porque utilizan relaciones lineales y no lineales.

Neuronas y conexiones sinápticas. Cada neurona puede tener infinitas entradas llamadas dendritas que condicionan el estado de su única salida existente, el axón; éste se puede conectar a una dendrita de otra neurona mediante la sinapsis correspondiente.

En este modelo se considera una neurona que puede ser representada por una unidad binaria; a cada instante su estado puede ser activo o inactivo. La interacción entre las neuronas se lleva a cabo a través de la sinapsis, la cual define el estado de la neurona.

La AI en la robótica

Los robots son dispositivos compuestos de censores que reciben datos de entrada que manda una computadora, la cual ordena al robot que efectúe una determinada acción.

Hoy en día, una de las finalidades de la construcción de robots es su intervención con rapidez, calidad y precisión en los procesos de fabricación encargados de realizar trabajos repetitivos en la fabricación.

Las áreas de investigación de la IA

Son muchas las áreas de la A I que se investigan hoy día. Entre ellas, tenemos las siguientes:

• La representación del conocimiento, que busca en el descubrimiento de métodos expresivos y eficientes describir información sobre aspectos del mundo real.
• Los métodos de aprendizaje automático, que extienden las técnicas estadísticas con el fin de posibilitar la identificación de un amplio rango de tendencias generales a partir de un conjunto de datos de entrenamiento.
• El campo de la planificación, que enfrenta el desarrollo de algoritmos que construyen y ejecutan automáticamente secuencias de comandos primitivos con el fin de alcanzar ciertas metas de alto nivel.
• Los trabajos en el área de razonamiento posible, que hacen uso de principios estadísticos para desarrollar codificaciones de información incierta.
• El estudio de las arquitecturas de agentes, que busca la integración de otras áreas de la I A con el objeto de crear agentes inteligentes, entidades robustas capaces de comportamiento autónomo y en tiempo real.
• La coordinación y colaboración multiagentes, que ha permitido el desarrollo de técnicas para la representación de las capacidades de otros agentes y la especificación del conocimiento necesario para la colaboración entre ellos.
• El desarrollo de ontologías, que persigue la creación de catálogos de conocimiento explícito, formal y multipropósito, que puedan ser utilizados por sistemas inteligentes.
• Los campos de procesamiento de voz y lenguaje, que buscan la creación de sistemas que se comunican con la gente en su lenguaje.
• La síntesis y comprensión de imágenes, que conduce a la producción de algoritmos para el análisis de fotografías, diagramas y videos, así como también de técnicas para el despliegue visual de información cuantitativa y estructurada.

Áreas de aplicación de la IA

Pero también hay áreas de aplicación. En efecto, estos procesos de la AI se aplican en los sistemas reales en una gran variedad de ramas y problemas:

• Gestión y control: análisis inteligente, fijación de objetivos.
• Fabricación: diseño, planificación, programación, monitorización, control, gestión de proyectos, robótica simplificada y visión computarizada.
• Educación: adiestramiento práctico, exámenes y diagnóstico.
• Ingeniería: diseño, control y análisis.
•Equipamiento: diseño, diagnóstico, adiestramiento, mantenimiento, configuración, monitorización y ventas.
• Cartografía: interpretación de fotograf ías, diseño, resolución de problemas cartográficos.
• Profesiones: abogacía, medicina, contabilidad, geología, química.
• Software: enseñanza, especificación, diseño, verificación, mantenimiento.
• Sistemas de armamento: guerra electrónica, identificación de objetivos, control adaptativo, proceso de imágenes, proceso de señales.
• Proceso de datos: educación, interfase en lenguaje natural, acceso inteligente a datos y gestores de bases de datos, análisis inteligente de datos.
• Finanzas: planificación, análisis, consultoría.

Aplicaciones comerciales de la inteligencia artificial

Pero también la AI tiene numerosas aplicaciones comerciales en el mundo de hoy. Véase:

• Configuración: selección de distribución de los componentes de un sistema de computación.
• Diagnosis: hardware informático, redes de ordenadores, equipos mecánicos, problemas médicos, averías telefónicas, instrumentación electrónica, circuitos electrónicos, averías automovilísticas.
• Interpretación y análisis: datos geológicos para prospección petrolífera, compuestos químicos, análisis de señales, problemas matemáticos complejos, evaluación de amenazas militares, análisis de circuitos electrónicos, datos biológicos (coronarios, cerebrales y respiratorios), información de radar, sonar e infrarrojos.
• Monitorización: equipos, monitorización de procesos, fabricación y gestión de procesos científicos, amenazas militares, funciones vitales de pacientes hospitalizados, datos financieros en tiras de papel perforado por teleimpresora, informes industriales y gubernamentales.
• Planificación: gestión de activo y pasivo, gestión de cartera, análisis de créditos y préstamos, contratos, programación de trabajos de taller, gestión de proyectos, planificación de experimentos, producción de tarjetas de circuito impreso.
• Interfaces inteligentes: hardware (fiscal) de instrumentación, programas de computadora, bases de datos múltiples, paneles de control.
• Sistemas de lenguaje natural: interfaces con bases de datos en lenguaje natural, gestión de impuestos (ayudas para contabilidad), consultoría en temas legales, planificación de fincas, consultoría de sistemas bancarios.
• Sistemas de diseño: integración de microcircuitos en muy alta escala, síntesis de circuitos electrónicos, plantas químicas, edificios, puentes y presas, sistemas de transporte.
• Sistemas de visión computarizada: selección de piezas y componentes, ensamblado, control de calidad.
• Desarrollo de software: programación automática.

Desafíos técnicos del futuro

Los tres desafíos más importantes en el desarrollo dentro de la A I son su facilidad de uso, la flexibilidad de la infraestructura computacional y la disponibilidad de herramientas de desarrollo cada vez más poderosas.

El empleo de una interfaz inteligente ayudará a las personas a encontrar lo que ellas deseen, hará lo que éstas deseen cuando lo deseen, en forma natural y sin requerir el conocimiento de detalles irrelevantes.

En fin, todo parece indicar que las computadoras programadas con la A I son el campo de la solución de problemas del futuro; sin embargo, el intelecto humano parece ser irremplazable en relación con la solución de problemas de sentido común. Se sugiere entonces, dado lo complicado de la mente humana, que hombre y máquina interactúen juntos ya que necesitan uno del
otro para solucionar eficazmente los problemas.

Referencia:

http://www.uv.mx/cienciahombre/revistae/vol17num3/articulos/inteligencia/index.htm

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